10 Consejos para hacer un mejor arroz
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10 Consejos para hacer un mejor arroz





“Eres lo que comes.”

Supongo que esta afirmación es verdad, de alguna manera.

Muchas veces, la personalidad de alguien puede deducirse por sus comidas favoritas.

¿Cuál es tu comida favorita? ¿Que dice sobre ti?

Yo, por ejemplo, creo que soy un camaleón.

Soy fuerte cuando necesito serlo; cuando el tiempo lo requiere; vibrante y llena de colores, pero neutral al mismo tiempo. Soy muy apasionada y decidida, pero también tengo inseguridades y miedos. A veces, me subestimo, y en otros momentos, tengo el potencial de sacar lo mejor (y lo peor) de mí misma. Me atrevo a hacer cosas locas (muy locas), conquistar mis miedos, y entender que los detalles normalmente, suelen contar una historia más grande.

Una de las primeras cosas que aprendí a cocinar, y todavía una de mis cosas favoritas para comer, dice mucho sobre quién soy. Es algo pequeño, algo a menudo considerado como un complemento (guarnición) en lugar del “platillo principal”, algo que se pasa por alto, pero tiene el potencial de ser independiente y ser increíble por sí solo – el arroz.

Siempre he comido arroz. En Venezuela es parte de la despensa básica –

Arroz, caraotas (frijoles) y tajadas (plátanos fritos). Se encuentran en todos los países del Caribe.

Durante mi primer año en México después de habernos mudado a Venezuela, un día decidí hacer arroz.

Había visto a mi madre y a mi abuela haciéndolo, así que pensé que sería una tarea bastante simple. Todo lo que necesitaba era arroz, agua y sal. Creí que sería bastante fácil.

Así que tome una olla, agregue agua y arroz; puse todo a hervir. Entonces tome del cajón de la despensa lo que pensé que era sal, y deje caer unas cuantas cucharadas sobre la olla, mientras el agua estaba hirviendo.

La verdad, es que cometí varios errores terribles en aquel primer intento culinario.

En primer lugar, no medir nada … así que terminé haciendo todo el arroz de la bolsa… Todo el arroz! Un kilo entero.

Para referencia, 1 kg de arroz equivalía aproximadamente a lo que mi familia de 5 consumía en una semana en diferentes comidas.

Comencé a cocinar, y el arroz creció hasta casi salirse de la olla, porque era tanto que la olla no era lo suficientemente grande para un kilogramo entero de arroz.

La abuela nunca media, yo la había observado. Pero ahora sé que era sólo práctica; había cocinado por tantos años que lo que hacia se convirtió en un tipo de arte. Hacer arroz era fácil para ella.

No añadí suficiente agua, así que al final, gran parte del arroz estaba cocido de mas, mientras que la otra parte estaba crudo. El fondo de la olla estaba quemado, porque yo no tenia idea de que tan alta o baja debía estar la flama.

Y lo peor que hice, fue que no usé sal para sazonar el arroz. Accidentalmente lo que vacié fue bicarbonato de sodio!

Fue una experiencia verdaderamente vergonzosa.

Aun recuerdo que mi papá y mi hermano mayor – Julio – lo comieron solo por respeto (y hambre, yo creo), pero mi mamá y mi hermano menor – Jorge – no lo comieron por sabiduría… o miedo, o tal vez un poco de los dos.

Nunca olvidaré sus caras. Julio le puso mayonesa para tratar de cubrir el sabor del arroz tan desagradable y salado.

Después de ese día, mi madre decidió enseñarme cómo cocinar el arroz. Comenzó con un método fácil para hacerlo.

Doble porción de agua sobre la proporción arroz y añadir cebolla, ajo y sal.

Años más tarde, cuando tenía unos 24 años, me mudé a Asia.

Una de las primeras veces que, me encontré con una inmensa cantidad de diferentes tipos de arroz en un solo lugar, me sentí abrumada por la variedad, los estilos y los colores del arroz, a lo largo de varios pasillos en un supermercado en la India.

Nunca me había dado cuenta de que había tantos tipos de arroz – cientos de variedades.

Desde grano largo, grano medio, hasta grano corto; diferentes colores, amarillo, blanco, marrón, jazmín, chino negro, integral, basmati, alborio… y esos son solo los que me vienen a la mente ahorita.

Mi amiga y yo entramos a un supermercado para llevar arroz al orfanato en donde estábamos trabajando en aquel tiempo, y le pedimos a un empleado que nos señalara en que pasillo estaba el arroz. Nos preguntó qué tipo de arroz deseábamos y respondimos, “sólo arroz regular”.

-¿Qué tipo de arroz regular? -preguntó mientras señalaba hacia los dos pasillos completamente llenos de diferentes tipos de arroz.

Ahí fue cuando empezó mi aprendizaje sobre arroz, sus diferentes tipos, estilos, sabores y excentricidades.

Ahora, estoy en Estados Unidos, y cuento con más de una década de experiencia cocinando arroz. Aunque nunca he afirmado ser la mejor cocinando, es algo que realmente disfruto hacer.

La mayoría de la gente ya sabe cómo cocinar el arroz, así que no voy a compartir una receta en este post, pero he compilado una lista de consejos para cocinar el arroz, ya que puede tomar años para perfeccionar este arte (yo sigo en proceso).

Yo no tengo “arrocera eléctrica” – prefiero cocinar mi arroz en una olla en la estufa. Mientras vivía en Singapur, alguien me dio una (rice cooker), pero para ser honesta, simplemente prefiero la estufa.


10 Consejos fáciles para hacer un buen arroz


  1. Respeta el arroz – Deja que el arroz tome el tiempo que necesita para cocinar. No es puré de papas. Pon el arroz en la olla y déjalo cocinar.

  2. Añade exacta doble porción de agua – arroz debe cocinarse en una proporción de 1: 2 con agua.

  3. Cocina a fuego lento – Se paciente. Si se intenta apresurar la cocción del arroz, terminarás quemándolo y cociéndolo a medias.

  4. “No lo batas” – Mi mama y mi abuela constantemente me decían esto, lo cual significa que no se mueva. No quieres terminar haciendo arroz pegajoso o una plasta. Una vez que está en la olla, se debe poner la tapa y dejarlo en paz hasta que esté listo.

  5. No abras la tapa – El secreto para un arroz esponjoso, perfecto, es cultivar vapor. El vapor dentro de la olla con tapa cerrada, mientras se cocina a fuego medio-bajo, es lo que realmente cocina el arroz. No se trata del agua hirviendo, se trata del vapor cocinando el arroz correctamente.

  6. Sofríe o enjuaga el arroz – el arroz tiene mucho almidón. Cuando se saltea (sofríe) con aceite, básicamente, el aceite cubre cada grano, permitiendo que el arroz se cocine y se moje sin pegarse a los demás granos. Es una hermosa reacción química. Asegúrate de no dejarlo en el sartén demasiado tiempo (No quieres quemar el arroz antes de empezarlo a cocinar!). Cuando se enjuaga el arroz, lo mismo sucede porque se está limpiando el almidón. Se aconseja enjuagarlo varias veces, para asegurar que el almidón se enjuaga por completo. Además, después del lavado, el grano es muy sensible, por lo que se debe tener cuidado al ponerlo en la olla para no romper los granos.

  7. Usa caldo de pollo, caldo de carne o caldo vegetal – Para hacer el arroz más sabroso agrega caldo en lugar de agua. Sazona tu arroz de acuerdo a cada comida, en vez de hacer siempre arroz blanco.

  8. Añade ajo, cebolla y sal – Yo siempre agrego estos ingredientes antes de comenzar a hervir el arroz. Me gusta saltear el arroz (ver la punto 6) con cebolla, un par de dientes de ajo y sal. Me encantan los sabores ligeramente-intensos que resultan de este paso tan sencillo.

  9. Utiliza una buena olla – Asegúrate de que la parte inferior de la olla no es demasiado delgada, y que la olla que usaras, es de un tamaño proporcional a la cantidad de arroz por preparar. Una olla con fondo delgado hará que los granos de arroz del fondo se quemen rápidamente.

  10. Practica – “la practica hace al maestro”, o “la práctica es el camino a la perfección” ¡Sigue intentando! Y trata de añadir sabores personales para darle un toque especial a tu arroz. También, revisa recetas de tipos más avanzados de arroz, como arroz aromático y risotto. En el futuro, publicare recetas de risotto, así que “ojo pelao” a mis futuras publicaciones!


¡Diviértete y disfruta!





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